martes, 9 de septiembre de 2008

FE

Un ejemplo de fe se encontró en la pared de un campo de concentración. En ella un prisionero grabó las siguientes palabras:

Creo en el sol, aunque no brille.

Creo en el amor, aunque no lo expresen.

Creo en Dios, aunque no hable.

Procuro imaginar a la persona que trazó estas palabras. Trato de imaginarme la mano esquelética que agarró el vidrio roto o la piedra con la que marcó la pared. Trato de imaginar sus ojos entrecerrados que procuraron grabar cada letra en la oscuridad. ¿Que manos pueden haber grabado tal convicción? ¿Qué ojos pudieron haber visto lo bueno en medio de tal horror?

Hay sólo una respuesta: Ojos que escogieron ver lo invisible.

TODAVÍA REMUEVE PIEDRAS Max Lucado.


Al principio aprendemos en vase a la fe guardando las cosas creyendo,sin poder coprobarlas,claro hasta que ya sabemos suficiente como para saber que creer y que no,pero antes para obtener algo aprenderlo, es por fe,como creer lo que alguien que no conoces te dice,como creer cualquier cosa, en buena parte se pierde esa confianza por que ahora no somos dependientes,pero tambien se va,porque tratamos de protegernos de no ser dañados engañados o decepcionados,vale la pena,esas cosas a las que uno puede aferrarse sin nececidad de cuestionarlas

2 comentarios:

Sombra dijo...

La fe, la esperanza, deben ser cosas siempre presentes en nuestras vidas...
Creer en cosas que no vemos. En cosas que no tocamos. Pero que "sabemos" están ahí...
Esto deja mucho que pensar ^^
Saludos!!!

Rara Avis dijo...

La fe, que difícil es creer a ciegas, creer en la nada y que sin embargo nos proporciona aquello que nos da esperanzas...

besitos grandotes!!!

 
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